El miedo al dentista es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos los especialistas. De hecho, la mayor parte de las personas que lo tienen adquirieron este temor siendo niños. ¿Quién no ha escuchado eso de "si comes muchas chucherías el dentista te hará daño"? Frases como esta, en todas sus versiones, son las que provocan que los más pequeños sientan auténtico pavor a la hora de sentarse en la camilla de su dentista. Afortunadamente, desde la Clínica Dra. Isabel Perales Teijo podemos ofrecer una serie de buenos consejos para que esto no suceda.
Estrategias para que un niño pierda el miedo al dentista
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el miedo es algo normal, no hay que esconderlo ni tratarlo como un problema. Lo mejor para que no se convierta en un auténtico problema a la hora de ir al dentista, es acostumbrar al niño a las visitas periódicas a su especialista. La odontopediatría existe porque la salud bucodental de los más pequeños es muy importante, y hay que comenzar a vigilar el desarrollo de sus dientes desde bien pequeños. Si les transmitimos que estas visitas son algo normal, lo verán precisamente como eso: como algo normal.
Lo importante es transmitir naturalidad y no mentir: no le podemos asegurar que un tratamiento dental no le va a doler, porque a lo mejor sí que ocurre. Es preferible explicarles que ese tratamiento les ayudará a estar más sanos y todos los beneficios de realizarlo. ¿Cómo favorecer que vean al dentista como algo natural? Hay muchas estrategias, y nosotros los especialistas también tenemos un papel fundamental: en la Clínica Dra. Isabel Perales Teijo estamos acostumbrados a tratar con niños, así que les mostramos cómo trabajamos, aplicamos mucha empatía y favorecemos que nos conozcan bien antes de comenzar con algún tratamiento.
Como padres y madres, es muy buena costumbre dejar que los pequeños de la casa le acompañen al dentista cuando acuda para una revisión o un procedimiento simple. Verán con sus propios ojos que no hay que nada que temer, y lo llevarán interiorizado cuando llegue su turno. Los odontólogos, higienistas y auxiliares tenemos, por nuestra parte, la imprescindible tarea de ganarnos la confianza de los pacientes infantiles.
No amenazar al niño con el dentista
Para que un niño pierda el miedo al dentista le aseguramos que no es una gran idea amenazarle con que una visita a la consulta servirá para provocarles dolor. Durante generaciones, con el fin de evitar que consuman, por ejemplo, cantidades insanas de azúcar, se recurría a la figura del odontólogo como la persona que les haría daño si no reducen la ingesta. Luego ocurre lo evidente: que los niños dan por hecho que pasar por la consulta será sinónimo de dolor y experiencias desagradables. Es mucho mejor, de nuevo, explicarles los motivos por los que realmente el consumo excesivo de azúcar no es nada bueno para su propia salud bucodental.
¿Ha llegado hasta este artículo porque necesita que le ayudemos a la hora de que un niño le pierda el miedo al dentista? Si está sufriendo algo parecido con los pequeños de la casa, llámenos y pida cita en nuestra clínica dental de Vigo. Haremos que se sientan como en casa y así colocaremos la primera piedra de una sana relación con su dentista.